La industria de los videojuegos ha venido marcando un camino un tanto claro en lo que respecta a la producción de títulos y a la segmentación del público para el que se diseñan los mismos. Es en esa tarea que los beneficiados en mayor medida son los adolescentes y adultos.
Pero entonces, ¿qué ha pasado con los niños? Es común relacionar los videojuegos con los más pequeños, pero en realidad, si nos fijamos con cierta exactitud, son pocas las propuestas diseñadas para ellos en el ámbito de las consolas.
Por ejemplo, si lo miramos desde los dispositivos móviles o las aplicaciones de navegador, se piensa en buena medida en lo que los niños desean, hay mucho material. Pero en el caso de las consolas, los títulos son más bien escasos, a excepción de unas cuantas propuestas como las de: Little Big Planet, InviZimals, Disney Infinity, The Walking Dead…pero que en realidad no cubren todo el espectro.
Además de lo anterior, los mandos no están configurados para los más pequeños de la casa. Es por ello que esa imagen del videojuego y el niño no es del todo cierta y abre un interrogante al respecto, ¿el futuro de los niños en cuanto al ocio digital son las consolas o los móviles?